«El cambio es la única constante en la vida», decía el filósofo griego Heráclito. Pero, por alguna razón, muchos equipos de proyecto siguen resistiéndose a él. ¿A qué se debe?

He aquí 5 razones por las que el cambio puede ser difícil de digerir en los proyectos:

1. Miedo a lo desconocido: La gente tiende a aferrarse a lo conocido, aunque no funcione.

2. Falta de confianza: Cuando la gente no confía en el liderazgo o en el proceso de cambio, es menos probable que lo adopte.

3. Comodidad con el statu quo: Si las cosas han funcionado de una manera determinada durante mucho tiempo, puede resultar difícil imaginar hacer las cosas de otra manera.

4. Percepción del riesgo: El cambio conlleva un riesgo inherente, y algunos miembros del equipo pueden tener aversión al riesgo.

5. Falta de motivación: Si los miembros del equipo no ven los beneficios del cambio, puede que no estén motivados para llevarlo a cabo.

Pero el cambio es esencial para el crecimiento y la innovación.